lunes, 26 de noviembre de 2012


                                                           En el aniversario de su natalicio..

                                                      JIMI HENDRIX tocando "Voodoo child" en Woodstock



sábado, 24 de noviembre de 2012

jueves, 15 de noviembre de 2012

Patricio Rey y sus redonditos de ricota en Laskina Pub (1989)
                                    
                              Dedicado a mi hermano que me hizo conocer esta gran banda...


miércoles, 14 de noviembre de 2012


Clarice Lispector

Es allí a donde voy

"Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy. La punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espalda magia: es allí a donde voy. En la punta del pie el salto. Parece historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy. ¿ O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy. En la punta de la palabra está la palabra. Quiero usar la palabra "tertulia", y no sé dónde ni cuándo. Al lado de la tertulia está la familia. Al lado de la familia estoy yo. Al lado de mí estoy yo. Es hacia mí a dónde voy. Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Después de muerta es hacia la realidad adonde voy. Mientras tanto, lo que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, después de todo es real. Y el alma libre busca un canto para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé de qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien me dirá con amor mi nombre. Es hacia mi pobre nombre adonde voy. Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta? La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos son verdes. Mis ojos son verdes tan oscuros que en las fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo sepa. En la extremidad de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamenta . Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo. Yo al lado del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto. Oh, cachorro, ¿dónde esta tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente. ¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros".

lunes, 5 de noviembre de 2012



Recuerdo                 
                               a Diego Mur

Te recuerdo,como una dulce criatura
con la que compartî mi infancia,
caminando de la mano
y besàndonos en los labios
en medio de juegos peligrosos
que desconocîamos
y nos asustarîan màs tarde.
Crecimos 
y nuestros rostros
se endurecieron,
nos abandonô
la infancia
y llegô el turno
de la muerte,
odiosa muerte, 
y te recuerdo
abrazàndome,
acariciàndome
con tus ojos
para ahuyentarla,
sî,
malvada muerte,
yo habîa perdido el amor,
vos ahondabas
en lo màs profundo
para encontrarlo.
Te recuerdo 
como el ûnico hombre
que secô mis làgrimas
sin verguenza 
y nada a cambio
cuando supe
que no pertenecîa al mundo,
un mundo 
en el que sôlo 
el amor era dueño,
pero ¿cômo seguir?
¿Cômo vivir
con la conciencia
de que el ser amado
sufre?
¿Cômo describir 
un abrazo tuyo
cuando siento
que me salva
del peligro,
de la infancia arrebatada?
Quizàs sea el viento 
el que nos arrastre
siendo niños
para lograr
reconstuir 
ese mundo inmaculado
o quizàs
esta vida
tramposa
nos convierta 
en los seres
que temimos.
Te escribo, pequeño ser, porque tengo miedo,
te escribo para darte las gracias. 





sábado, 3 de noviembre de 2012

"El reino de la libertad comienza sôlo donde termina el trabajo determinado por la necesidad y las consideraciones mundanas". Karl Marx.
Les jeux sont faits 
                                          Olga Orozco

¡Tanto esplendor en este día!
¡Tanto esplendor inútil, vacío, traicionado!
¿Y quién te dijo acaso que vendrían por tidías dorados en años venideros?
Días que dicen sí, como luces que zumban, como lluviassagradas.
¿Acaso bajó el ángel a prometerte un venturosoexilio?
Tal vez hasta pensaste que las aguas lavaban los guijarros
para que murmuraran tu nombre por las playas,
que a tu paso florecerían porque sí las retamas
y las frases ardientes velarían insomnes en tu honor.
Nada me trae el día.
No hay nada que me aguarde más allá del final de laalameda.
El tiempo se hizo muro y no puedo volver.
Aunque ahora supiera dónde perdí las llaves yconfundí las puertas
o si fue solamente que me distrajo el vuelo de algúnpájaro,
por un instante, apenas, y tal vez ni siquiera,
no puedo reclamar entre los muertos.
Todo lo que recuerda mi boca fue borrado de la memoria de otra boca;
se alojó en nuestro abrazo la ceniza, se nos precipitó lalejanía,
y soy como la sobreviviente pompeyana
separada por siglos del amante sepultado en la piedra.
Y de pronto este día que fulgura
como un negro telón partido por un tajo, desde ayer, desde nunca.
¡Tanto esplendor y tanto desamparo!
Sé que la luz delata los territorios de la sombra y vigila ensuspenso,
y que la oscuridad exalta el fuego y se arrodilla en los rincones.
Pero, ¿cuál de las dos labra el legítimo derechode la trama?
Ah, no se trata de triunfo, de aceptación ni de sometimiento.
Yo me pregunto, entonces:
más tarde o más temprano, mirado desde arriba,
¿cuál es en el recuento final, el verdadero, intocabledestino?
¿El que quise y no fue?, ¿el que no quise y fue?

Madre, madre,
vuelve a erigir la casa y bordemos la historia.
Vuelve a contar mi vida.

jueves, 1 de noviembre de 2012


Rosario Castellanos
Lo cotidiano 
                              a Fer 
                                 i.m.
                           
Para el amor no hay cielo, amor, sólo este día;
este cabello triste que se cae
cuando te estás peinando ante el espejo.
Esos túneles largos
que se atraviesan con jadeo y asfixia;
las paredes sin ojos,
el hueco que resuena
de alguna voz oculta y sin sentido.

Para el amor no hay tregua, amor.

La noche se vuelve, de pronto, respirable.
Y cuando un astro rompe sus cadenas
y lo ves zigzaguear, loco, y perderse,
no por ello la ley suelta sus garfios.
El encuentro es a oscuras. 

En el beso se mezcla
el sabor de las lágrimas.
Y en el abrazo ciñes
el recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte.