sábado, 25 de septiembre de 2021

Yo no hago nada por salvar mi vida


Por ejemplo, acá estoy

escribiendo versitos porque el trabajo en la oficina es 

apasionante

y a mis espaldas oigo: el sarcasmo

barato

no le ha salvado la vida a nadie, ni le ha permitido

conservar el empleo.


El jefe es sabio.


Entonces grito ¡fuego! y me quedo en mi sitio.

Siguió lo que los diarios llaman estampida.


Ya no tengo trabajo. Esa parte es cierta. 

Y con esto le rindo

tributo a su memoria.


Ángel Ortuño 

No hay comentarios:

Publicar un comentario